12.02.2020
Arq. Javier Sánchez Gómez (1936 - 2020)
El Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo participa con pesar su fallecimiento.
Javier Sánchez Gómez no solo fue dos de las seis iniciales que conformaron por décadas la marca del reconocido estudio de Arquitectura porteño MSGSSS. Sobre todo, fue un profesional y un profesor muy querido. En definitiva, una gran persona.
“Es muy difícil alejarse del periodo que a uno le toca vivir. Y si ese periodo es empujador uno hace cosas mucho más desinhibidas”, definió Sánchez Gómez en una entrevista de Moderna Buenos Aires, de la que recordamos algunos pasajes.
“Las obras interesantes del estudio (de ese período) son el concurso que hicimos para Amsterdam, esa locura de cavar un terreno y hacer un lago, y las obras que hicimos para el mundial: ATC y, sobre todo, el estadio de Mendoza, que me parece una obra paisajística que respeta el lugar (…). También, el conjunto de manantiales me gusta mucho. Hay obras que uno quiere más que otras y algunas que se las olvida. Hay cosas que resisten el tiempo y otras que no. Estas que nombré me parece que sí lo resisten”.
“Un concurso nos duraba 4 o 5 meses. No era un toco y me voy. Era la generación del pensamiento (…). Tenías que investigar la esencia de la Arquitectura para después diseñarla”, sentenció. Eso fue lo que hicieron para el concurso de la Biblioteca Nacional. “Fue, para nosotros, un concurso crucial. Nos pusimos a pensar qué es una biblioteca de tres millones de libros, que no es una biblioteca de barrio. Es el depósito de la cultura, por eso la pusimos arriba y no enterrada (...)”.
“Así como esperábamos los discos de los Beatles, esperábamos las novedades de Stirling. Todo lo que pasaba en Inglaterra tenía gran importancia en una época. Teníamos una frase famosa cuando hacíamos algún dibujo. Decíamos: ¿Esto lo publicarán en Inglaterra?”.
“La Escuelita. Fue un momento de angustia cultural. Jugó un papel importante y peligroso.
Permitió nuclear gente, mantener una llamita de interés por la Arquitectura. Que viniera gente que nos alimentaba y daba esperanza, como Aldo Rossi”.
“Yo estudié en una buenísima facultad, gratis. De alguna manera, le tengo que devolver algo”, dijo quien dejó con creces lo que ahí obtuvo. Fue, como él mismo se describió, un bicho de Buenos Aires. “No me iría a ningún otro lugar que no fuera Buenos Aires” Y no se fue. No se irá porque su impronta quedará en sus alumnos, en los colegas que compartieron con él, en quienes tuvieron la posibilidad de conocerlo más de cerca.
Valeria del Puerto
Presidenta del CPAU
Leé su biografía completa
Entrevista con Javier Sánchez Gómez